Los bichos del XXI
jueves, agosto 13, 2015![]() |
Foto vía: Carla Cortés (@noaasoka) |
“Bichos del XXI, juntemos nuestros puños para romper el próximo escalón. Bichos del XXI, no es nuestro futuro, vamos a dejar bien alto el pabellón”. Ayer escuchando esta canción de Supersubmarina decidí ponerme la capa y cuál Jacques de Molay iniciar mi enésima cruzada a favor de la juventud. Pero esta vez en clave blanquinegra.
La situación juvenil actual es bien jodida. Permitidme la palabra. España no ha sido país para los jóvenes, ni siquiera en el fútbol. Los directivos y una gran mayoría de las aficiones disparan palabras en apoyo a la cantera, pero después de forment, ni un grà. Siempre el dinero y los boatos fichajes ganan. Al final la juventud tiene que transformarse en hormigas, aprovechando las rendijas que dejan las lesiones en los primeros equipos en busca de alimento, o en este caso, oportunidades.
En medio de un cielo plomizo, la nueva política del Valencia refulge con la belleza de Andrómeda para los jóvenes. La entidad blanquinegra ha doblado su apuesta por el talento juvenil. De hecho la pasada semana Kempes hizo de maestro de ceremonias de los cuatro ‘jovencitos resultones’ fichados este verano: Ryan (23 años), Danilo (19 años), Bakkali (19 años) y Mina (19 años). Además de los ‘ascendidos’ Diallo (19 años) y Villalba (17 años).
Sin embargo en Valenciastán tampoco escapamos de mi odiado ‘despotismo juvenil”. Ahora que el club puede permitirse fichar talento, sin importar la edad, nos limitamos a despreciarlo por la inexperiencia. Las críticas arrecian en la ‘Capital del Turia’ como si de la ‘gota fría’ se tratara. Lo cierto es que esos ‘jovenets’ quedaron cuartos la pasada campaña después de una revolución en la plantilla. No olvidemos que Alcácer tras apenas nueve partidos en primera llevó al Valencia a segundos de una final europea con 20 años. Gayà ha disputado 35 de los 38 partidos del campeonato doméstico en su debut en la máxima categoría. Y Mustafi es campeón del Mundo con 23 años. Según la RAE experiencia es: “Conocimiento de algo, o habilidad para ello, que se adquiere al haberlo realizado, vivido, sentido o sufrido una o más veces”. Si eso no es experiencia pese a la edad, que baje Puchades y lo vea.
Y no nos damos cuenta. Pero a pesar de las voces discordantes, una ilusión romántica va embriagando a la afición che, evocando veladas de absenta y cabaret ya casi olvidadas. La mocedad no solo corretea por el verde de la Avenida de Suecia, sino que habita sus gradas. También cada ápice de la identidad corporativa del club. La entidad se renueva. Se actualiza y piensa en el largo plazo. Un tránsito de regreso a la gloria basado en la estabilidad. Exiliando las guerras cainitas y apoyando al murciélago que se afana para volver a sobrevolar Europa.
Hace unas semanas Rajoy decía: “La falta de experiencia no es un valor positivo”. Y yo pensé, ¿cómo van a tener experiencia los jóvenes, si no se le da chances al talento?
La edad no es un hándicap. El hechizo del talento se tiene o no. Fíjense en los genios: Mozart, Nash, Picasso, Zuckerberg o Messi. Es el momento de cambiar el mensaje hacia ellos. Los ‘bichos del XXI’ ya han iniciado el cambio. La afición rezuma una jovial efervescencia. Inunda Joan Reglà por un abono para la 15-16. Ellos mantienen el anhelo de gloria. Basta con acudir a Mestalla para comprobarlo. Así que tendamos la mano a la juventud. No recelemos de entregarles responsabilidades. El talento se ha instaurado en el coliseo che. No critiquemos y hagamos que brillen. Que crean en sí mismos. Y que enseñen su talento al mundo. ¿Quiénes somos nosotros para decirles que no tienen poder? El futuro del Valencia está asegurado. Juventud, divino tesoro…
La edad no es un hándicap. El hechizo del talento se tiene o no. Fíjense en los genios: Mozart, Nash, Picasso, Zuckerberg o Messi. Es el momento de cambiar el mensaje hacia ellos. Los ‘bichos del XXI’ ya han iniciado el cambio. La afición rezuma una jovial efervescencia. Inunda Joan Reglà por un abono para la 15-16. Ellos mantienen el anhelo de gloria. Basta con acudir a Mestalla para comprobarlo. Así que tendamos la mano a la juventud. No recelemos de entregarles responsabilidades. El talento se ha instaurado en el coliseo che. No critiquemos y hagamos que brillen. Que crean en sí mismos. Y que enseñen su talento al mundo. ¿Quiénes somos nosotros para decirles que no tienen poder? El futuro del Valencia está asegurado. Juventud, divino tesoro…
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