El derbi de la localización y una manía persecutoria.
jueves, noviembre 20, 2014
La Real Academia de la Lengua Española define derbi como un encuentro, generalmente futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen permanente rivalidad.
Pues miren, sintiéndolo mucho y al menos para mí, lo de este fin de semana no se podría considerar un derbi como tal, si no como un derbi por localización, por cercanía y no por mucho más. No saldrán desde esta humilde opinión palabras de odio o rivalidad ciega hacia el vecino blaugrana, y no porque no las pueda haber en alguna parte de las dos aficiones, si no porque por historía, títulos o encuentros entre ambos, la hegemonía de la capital del Turia es claramente blanquinegra, y eso no lo digo yo, que también, lo dicen los títulos, los años en primera y, sobretodo la masa de seguidores que arrastran uno y otro equipo, también sus aspiraciones, el club che está obligado a luchar siempre por los puestos altos de la tabla, pelear por todo y luchar hasta el final, mientras que para los granotas cada año que pasan en primera es un premio al buen hacer. Entonces ¿cómo va a tener el Valencia permanente rivalidad con su vecino? no sería lógico, aunque por lo visto y leido estos últimos años el caso contrario ocurre desde el barrio de Orriols, sienten mucha rivalidad con el equipo de su ciudad y aunque si bien es cierto que el Levante ha sacado muy buenos resutados en su estadio en sus últimos encuentros directos, el historico entre ambos descuelga la balanza claramente en favor de los de Mestalla, con casi un 55 por ciento de victorias, lo cual puede hacer entender que para ellos esto sí que sea un derbi.
Aunque en mi opinión el Valencia y el Levante deberían ser unos equipos "hermanados", donde el Valencia pudiese prestar jugadores muy validos a su vecino para fogearse o simplemente compartir un convenio en el que ambos saliesen favorecidos. Pero bien es cierto que esto a día de hoy parece una utopía, hasta tal punto que el presidente granota ha "roto" algo no firmado, pero dicen que sí apalabrado, como permitir a los aficionados contarios disfrutar de su equipo de una forma económica, como sí lo hicieron en su día el Elche, hace pocas jornadas el Villareal o como ya ha anunciado que seguirá haciendo el Valencia.
Pero claro, ¿cómo va a dar el presidente del Levante facilidades para entrar en su campo a una de las aficiones más mal miradas en Orriols? Sería toda una temeridad por su parte, aunque el consejo del Valencia, rápido y astuto, puso de inmediato remedio al mal hacer del club granota, defendiendo, por fin y como ya hacía tiempo que no se veía, al corazón de su escudo, la afición de Mestalla, regalándoles la mitad de la entrada y anunciando que no acudiría al palco rival por respeto a su afición (aunque al final ha dado su brazo a torcer), porque así se hace más grande un club, con una afición incondicional empujándole cada partido y eso señores hacía mucho tiempo que lo habíamos olvidado por la avenida de Suecia, demasiado quizás.
No voy a tener la suerte de disfrutar del partido en el campo, pero pocas veces me he sentido tan orgulloso de la directiva de mi club, me cansé algún día después del comunicado de leer buenos comentarios sobre la noticia, lo que me hacía sacar todavía más pecho, hasta que de pronto me encontré con algo muy extraño, criticas a la decisión del club por pagar entradas y no acudir al campo, lo que me lleva a la segunda parte de la opinión, ¿porqué está manía persecutoria desde algunos puntos?
No seré el que defienda a capa y espada a este consejo, con Amadeo Salvo como cabeza visible, que por supuesto tiene y tendrá sus fallos y que puede pecar a veces de "populista" para contentar o motivar a su afición, pero ¿alguien recuerda en los últimos años algún consejo que se haya preocupado de verdad por lo que piensa su gente? Yo no. Gracias a dios llevo mucho años siguiendo al equipo de mis amores y sólo consigo recordar (en los despachos, por supuesto) desprecios a su afición en los últimos años, un campo envejecido y un equipo cada vez más y más pobre, tanto en las arcas como en el campo y parece que el consejo que, con sus fallos y aciertos, lo intenta cambiar todo es el que más palos en las ruedas se ha llevado desde muchos puntos que se hacen llamar valencianistas, ¿por qué? eso sólo ellos pueden saberlo. Se ha llegado a llamar mentirosos a algunos consejeros o patronos, caudillo hasta cinco veces en una entrevista a nivel nacional al presidente che o chino, camboyano y muchas cosas más a una de las personas más ricas de Singapur, la única que de verdad ha puesto algo de dinero para la maltrecha economía blanquinegra.
Pero la guinda del pastel vendría cuando el Valencia se plantaba y no acudía al campo granota, defendiendo a su afición. Se han tenido que escuchar, sobre todo desde una dirección, que eso que hacía incitaba a la violencia, que era irracional y muchas cosas más, muchos de los que nos han vendido historias rusas o cuentos árabes y los mismos periodistas que han aplaudido hasta sangrar las ventas de Villa o Silva -¿cuándo tendrá el Valencia otra pareja así?- Si fuera por más de uno, estoy seguro que nunca.
Pero desde Territorio lo tenemos claro, como dice la canción "pasa el tiempo, pasa la gente, jugadores y presidentes, y nosotros siempre presentes, te animamos hasta la muerte".
Porque el murciélago del escudo está por encima de todo, cualquier dirigente por muy bueno o malo que sea y eso en algunos puntos de Valencia, parece que se olvidó hace tiempo.
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