Las carencias en ciertos automatismos defensivos son palmarias, entendibles por otro lado, pero el Valencia gana fluidez y clarividencia a la hora de sacar el balón. Si Espírito Santo decide seguir apostando por tres centrales lo más normal es que sean Mustafi, Otamendi y Orban los encargados de custodiar la retaguardia valencianista mientras que Enzo, adelantaría su posición para pasar a ocupar el rol de interior izquierdo de De Paul. Si Rodrigo (el encargado de hacer de André) se cae del once pierdes imaginación y la porfiada capacidad de sorpresa pero ganas empaque y consistencia en la zona ancha del campo. A Nuno le toca decidir y a falta de menos de un mes para disputar la previa de la Champions y con el culebrón de Otamendi todavía vivito y coleando (y así estará hasta que no se cierre el mercado), el futbolista de Mendoza gana enteros como defensor central. El propio Enzo, sabedor de que debe responder ante las sospechas sobre su nivel de juego, ya le ha comunicado a Nuno que está dispuesto y preparado para ejecutar lo que en un principio, a ojos de los telespectadores, se presentaba como un mero experimento veraniego. 

César Izquierdo: “Está jugando de líbero por la ausencia, primero, de Mustafi y ahora de Otamendi. Creo que lo de Enzo central es circunstancial a medio plazo, pero Nuno le tiene respeto a la previa de la Champions y Enzo puede ayudar a armar una línea sólida. En esa línea de 3, Vezo ha estado mal y no transmite confianza”.

Cuando han jugado “los mayores”, Nuno se ha decantado por el 3-5-2 en todos los partidos y a día de hoy, el dibujo táctico mencionado parece ser la idea genuina de Nuno para el arranque de temporada, aunque cabe la posibilidad de que esta disposición táctica también entre dentro de los planes largoplacistas del técnico valencianista para la campaña 2015/16. La titularidad, dejar de estar arrinconado en el banquillo y ganarse un papel protagonista en el guión del Valencia tienen que ser las próximas estaciones para Enzo. “El año pasado su temporada está marcada por el Mundial, no tiene pretemporada, entra directo en el Benfica para ganar la Supercopa y se frustra su fichaje por el Valencia cuando ya estaba hecho (agosto). Deja el combinado luso tras un semestre correcto y con el título encarrilado, pero un cambio tan importante en el mercado de invierno se nota. Llegó y a los dos días cuajó un gran partido contra el Real Madrid, y repitió ante el Deportivo, enorme como 6, justo antes de la lesión. Ahí se corta todo”. El argentino tiene el fútbol suficiente y una personalidad avasallante para amoldarse a esta nueva situación. En Valencia aún no hemos visto la mejor versión de Enzo -quizá ni el 30% de sus aptitudes-, pero si logra redescubrir en su memoria el tipo de jugador que es, llegar otra vez al álgido pico de nivel y asumir una descollante responsabilidad en el coro de Nuno, el internacional argentino no puede hacer otra cosa que seguir creciendo de la mano del Valencia. Y viceversa.