No disparen al capitán
sábado, septiembre 05, 2015![]() |
Foto vía: Nacho de Benito (@deBenitoo) |
Puede que sea por su aspecto desaliñado, su correr
desgarbado o su semblante indolente. Puede parecer un tipo sin sangre, con un
endeble carácter y nula capacidad de liderazgo. Pero que sus dificultades para
conectar con el gran público no os lleven a engaño: no necesitamos un nuevo
Rubén Baraja, tenemos a Parejo. El de Coslada distribuye, organiza, crea y dirige
el juego. Corre, protege el cuero, ayuda en defensa y lanza las contras. Él es
el líder, aunque la grada siga desconfiando de sus maneras.
Parejo llegó aquí buscando la oportunidad de crecer,
tras quedársele pequeño el Coliseum Alfonso Pérez. Escogió un buen lugar. En
constante evolución, el madrileño ha ido aumentando su relevancia dentro del
juego valencianista hasta llegar a ser, a día de hoy, imprescindible. Sin él,
el juego del Valencia se ve muy limitado. Por su capacidad para dar salida al
balón, por su pausa, su visión y su criterio.
Sin embargo, en Mestalla aún a veces se escucha cierto
runrún cuando Parejo pierde un balón -quizás su mayor lastre, aunque es
comprensible teniendo en cuenta las veces que el balón pasa por sus botas-. El
peso en el juego, los kilómetros recorridos, las ocasiones que genera, la
entrega, el sacrificio y los 12 goles que la temporada pasada nos llevaron a la
cuarta plaza parecen ser insuficientes para un buen número de aficionados.
Señores, Parejo no tiene la culpa de que nos
quedásemos atrapados en 2004 y sigamos desde entonces esperando la llegada del
nuevo Baraja como quien aguarda un nuevo mesías. Aquel Valencia es cosa del
pasado, así que aparquemos el Delorean y aprendamos a valorar lo que tenemos.
La temporada está comenzando, el Valencia ha vuelto a la máxima competición
continental y ha renovado su fondo de armario para que las piezas básicas no
lleguen fundidas al mes de abril. Es un buen momento para sonreír, para mirar
al futuro y soñar con conquistar la gloria.
El viento corre a nuestro favor y el timón lo lleva
Parejo. Dejémonos llevar, el barco está a punto de zarpar.
1 comentarios
Muy grande Pau.
ResponderEliminarSoy: Martín Llatas