Como ese día en el que sale el sol después de semanas de lluvia y de golpe aparece ese lorenzo radiante dejando perplejo a todo cuanto alumbra sus rayos de luz, podemos comparar el resurgir de Parejo. El 21 valencianista ha alumbrado Mestalla con su juego y de esta forma el semblante de este equipo.  De forma espectacular ha mejorado su rendimiento y cual ave fénix resurgir de entre las cenizas, esas cenizas que no eran otras que la apatía, la indiferencia y el poco compromiso.

Desde su llegada a la entidad valencianista en la temporada 2011-2012 y sabedores de su potencial, el de Coslada no ha sabido encajar su juego con ningún entrenador a pesar de que estos confiaran en él. Ni encajarlo ni tampoco aportar la actitud necesaria para este equipo con las aspiraciones del mismo en temporadas pasadas. Un quiero y no puedo que llego a desesperar a la grada che hasta el punto de salir incluso pitado del campo en alguna sustitución y también en algún lance del partido.

Sus desencuentros con la afición y con aquel pequeño escándalo en lo extradeportivo que tuvo la pasada temporada la afición lo sentenció. Todo lo contrario que a Banega, del cuál aún seguimos esperando su mejor versión y su regularidad y no se le cuestionó nunca a pesar de su vida extradeportiva, salvo en aquella foto con la camiseta del Real Madrid que hizo pedir perdón a la grada el día de la presentación de la temporada pasada.

Lo dicho que al pobre de Parejo, siempre callado y tranquilo, lo teníamos en el punto de mira y ahora es el que pretende llevar las riendas de este equipo. Pero como la vida da muchas vueltas, esta ha querido que Pizzi y Parejo se hayan encontrado y como si de un amor a primera vista se tratase, han congeniado a la perfección. Lo que quiere Pizzi de él es lo que mejor se le da a Parejo; circulación de balón rápida, contención, visión de juego, salida de balón desde atrás y da sentido al juego del equipo; y tantas vueltas que ahora Parejo, como venía diciendo al principio, es otro futbolista.

Me viene un estribillo a la mente de una canción muy conocida que podría relacionarse con lo que ha pasado con el bueno de Dani, “no estaba muerto estaba de parranda”, y así ha sido, la parranda ahora la demuestra a base de buen fútbol en el campo, esa es su parranda ahora. Otra cara y otro jugador. Un nuevo referente al que debemos aferrarnos y él seguir haciéndolo como hasta ahora para que unidos de la mano, consigamos cosas grandes.

Para este nuevo Valencia, la vuelta del mejor Dani Parejo es la mejor de las noticias. El mediocentro reúne las características de lo que necesita este equipo: juventud, calidad y compromiso. Acompañado de grandes promesas como son: Fede Cartabia, Juan Bernat y Paco Alcácer el futuro es prometedor y esperanzador. Gracias Dani por volver a ser el futbolista que eres. Sigue así.