Si quieres la paz, prepárate para la guerra

sábado, marzo 07, 2015

Una historia plagada de rifirrafes, de camisetas rotas, de perros entrando en el estadio para mearse en el Frente Atlético, de “tuits” burlescos en medio de alocados cumpleaños. La historia de los Atlético-Valencia no defrauda, e incluso trasciende lo que es meramente deportivo. Que sí, que siempre nos hemos estado peleando como dos niños pequeños por ser el hijo favorito de papá y mamá; pero qué pelea. Un partido entre estos dos equipos es un seguro de intensidad, goles, barullo y polémica. Prometido. Y es que de los últimos ocho enfrentamientos entre ambos conjuntos, 5 de ellos han concluido con algún jugador expulsado. Si ahora revisamos los últimos 25 choques, podremos observar que, para bien o para mal, tan sólo 2 han acabado en empate a cero. Esto es fútbol, señores.
Ya vengan ellos a nuestro fortín o vayamos nosotros a su estadio, el recibimiento a los jugadores siempre es impetuoso. Los aficionados se funden con los futbolistas en un grito, en un gesto, en una meta; de esos momentos en que el escudo y los colores cobran sentido. Son momentos en los que sabes que no puedes fallar, porque no sólo pierdes una oportunidad sino que pierdes algo más. Ya te juegues la Liga, el tercer puesto o Europa, por encima de todo te juegas el prestigio del escudo. Y es que son los partidos como este en los que un equipo demuestra galones, demuestra garra y coraje, demuestra historia. Y de nada vale que el Valencia haya ganado 13 de los últimos 35 enfrentamientos directos y el Atleti solamente 11, porque si hoy te golean nadie mirará los números. Todos se acuerdan de los números cuando lo que ven no es suficientemente convincente.
Aquí es donde entran en juego ellos: nuestros guerreros. Los que llevan el escudo en el pecho, los que visten de blanco y negro, los que hoy son parte del Valencia. Se les va a exigir algo más que ganar, se les va a exigir algo más que rendir el 200%, se les va a exigir algo más que humillar al rival. Sí, se les va a exigir trascender en el tiempo, hacer historia y borrarla a la vez, que nadie se acuerde de los números porque el presente es tan bonito que lo otro «ya no mola». Entrega y lucha, sacrificio sobre el césped, correr por cada balón y no dar nada por perdido, rozar la perfección en cada movimiento de esférico. No se les va a exigir un partido tan bueno como el que se hizo contra el Real Madrid, sino mejor.



A los que pisan el verde: no temáis al Calderón, no temáis a sus hostiles gentes ni sus denigrantes cánticos, pues pensad que tendréis que volver a Valencia y mirarnos a los ojos. Que cuando estéis en Mestalla no tengáis que agachar las cabezas para evitar cruzar la mirada con la afición, sino alzar la frente enorgullecidos. Pelead por el escudo como si os fuera la vida en ello y nadie recriminará nada. Quizá la historia no se acuerde de vosotros si perdéis, pero nosotros os lo reconoceremos si lucháis.

Y mientras ellos se entrenan a muerte, se mentalizan a ganar y esas cosas que hacen los futbolistas, nosotros soñamos ya las mil y una posibilidades que se nos abren o cierran tras el partido. Pero eso ya es otra historia, pues ahora todos nuestros sueños pasan por el Calderón. Quién lo diría.

You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images