"Ayer violamos al Barça, quemamos las gradas del Camp Nou, nos fuímos con una sonrisa en la boca y le dimos puerta a todos los lastres del equipo. ¿Y todo eso era legal? Ni lo se, ni me importa. Pero creo que ahora todo Wall Street nos teme. No es como empieza, es como acaba"
Decía que todo Wall Street nos temía, y me equivoqué. Para ellos fue un golpe de suerte, y quizá tengan razón, pero yo a los golpes de suerte los llamo pundonor. Y el pundonor cala, más que la lluvia que inunda Valencia a estas horas. Cala que un equipo que estaba desahuciado vagando por la mitad de la tabla diera la sorpresa en feudo catalán, cala que con ese mismo equipo firmáramos la mayor remontada europea de la historia, cala que le endosáramos tres chicharros al Sevilla al ritmo del "Si se puede", y cala aún más que hicieran pedazos nuestro sueño a falta de un minuto para el final, porque las derrotas unen y construyen más que cualquier victoria. Y cuando algo cala tanto, empapa. Y cuando el rival ve a alguien al que no le importa mojarse, se asusta. Ahora es cuando nos temen. Y no por el dinero, por la llegada de Lim o por tener unos cuantos fichajes revelación, no. Nos temen porque cada vez que un jugador del Valencia entra a Mestalla tiene 50.000 almas gritándole que vamos a ganar. Y eso no se paga ni con todo el patrimonio de Peter Lim, ni con todos los billetes que un país dictatorial pague para aparecer en la camiseta blaugrana, ni con todas las comisiones del padre de Neymar. Eso se llama sentimiento, y eso se forja cuando las ostias vienen mal dadas. Y no hay nada más peligroso que un equipo reclamando su sitio en la historia, un equipo que ha borrado de su diccionario la palabra "conformidad" para adornar su campo de entrenamientos con frases como "ganar, ganar y ganar". Ahora es cuando Wall Street nos teme, ahora es cuando el entrenador del Barça evita responder que pasará si pierden en Valencia, porque sabe lo que les viene encima, porque si miles de personas se dejaban la garganta para ganar al Córdoba, que no harán para ganarle a él. Y además con los efectivos a tope, con el trivote y su regla de tres de vuelta, tres tíos que han ganado todos los partidos que han jugado juntos metiendo tres goles en cada uno de esos encuentros. Eso acojona más que Neymar, Messi y Suárez. Y si no que se lo pregunten al Atlético de Madrid, que antes de que pisara Mestalla ya estaba besando la lona del templo.
Pero tranquilos, que aunque ganemos 3-0, para los medios nacionales el Valencia no habrá ganado, pero el Barça si habrá perdido. Porque lo del año pasado del Atleti no puede volverse a repetir, y por eso Benzema marcaba ayer un gol después de arrancarle la camiseta a uno de los boquerones del Málaga. Porque hoy más que nunca, se que Wall Street nos teme, y que es cuestión de tiempo que destrocemos el chiringuito que cuatro mangantes permitieron que se montaran, pero de momento hoy vamos a pintarle la cara al "mejor club del mundo" -¿verdad Mathieu?-, a mirar a los ojos a nuestros chavales de la cantera y hacerles ver que lo que pasa en Mestalla vale más que cualquier cheque en blanco de esos que los representantes culés ofrecen a niños de 12 años. Hoy toca pegar un golpe a la mesa para decir a España entera que "tornem" a "fer por". Porque para volver a Europa primero hay que conquistar territorio nacional.
Hoy toca detonar los cimientos de Wall Street. Esto solo acaba de empezar.
Pero tranquilos, que aunque ganemos 3-0, para los medios nacionales el Valencia no habrá ganado, pero el Barça si habrá perdido. Porque lo del año pasado del Atleti no puede volverse a repetir, y por eso Benzema marcaba ayer un gol después de arrancarle la camiseta a uno de los boquerones del Málaga. Porque hoy más que nunca, se que Wall Street nos teme, y que es cuestión de tiempo que destrocemos el chiringuito que cuatro mangantes permitieron que se montaran, pero de momento hoy vamos a pintarle la cara al "mejor club del mundo" -¿verdad Mathieu?-, a mirar a los ojos a nuestros chavales de la cantera y hacerles ver que lo que pasa en Mestalla vale más que cualquier cheque en blanco de esos que los representantes culés ofrecen a niños de 12 años. Hoy toca pegar un golpe a la mesa para decir a España entera que "tornem" a "fer por". Porque para volver a Europa primero hay que conquistar territorio nacional.
Hoy toca detonar los cimientos de Wall Street. Esto solo acaba de empezar.